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INVERSIONISTA


Julio Espinosa - ¿Es posible financiar el gasto gubernamental con "parches"?

| Lunes 30 mayo, 2011





¿Es posible financiar el gasto gubernamental con “parches”?


La problemática fiscal actual no solamente requiere una “reforma fiscal”, sino todo un cambio en la administración de las finanzas públicas. Esto quiere decir que incluye cambios en la captación de ingresos, cambios en su administración, cambio en cómo se gastan esos recursos, además cambios en el manejo de la deuda pública.
Además, abarca también el manejo de precios y tarifas que realiza el Estado a través de diferentes instituciones del sector público.
Sin embargo, como resulta lógico, una reforma que incluya todos esos aspectos no será posible implementarla en el corto plazo. ¿Entonces, qué se debería hacer?
Una reforma que incluya los aspectos antes mencionados va a tener que llevarse a cabo en etapas, donde se implementen medidas de muy corto plazo y otras de mediano y largo plazo. Véase algunos ejemplos de medidas que requieren tiempo para generar efectos, ya sea en el gasto o en los ingresos.
En el caso de la evasión, que se calcula que en el impuesto de las ventas se deja de recaudar alrededor del 20%, y en el de renta un 70%, esta no se puede revertir fácilmente. No se puede resolver en los próximos meses, sino que es un proceso de más largo plazo. Esto requiere la modificación y aprobación de legislación, aplicación de la reglamentación e implementación de las medidas; de modo que para tener efectos positivos pasará mucho tiempo
Del lado del gasto no existe mucha flexibilidad para reducirlo pues, por ejemplo, el pago de intereses de la deuda o la estructura salarial no pueden modificarse en el corto plazo. De nuevo alcanzar reducciones importantes en los gastos requiere un periodo considerable.
Pero entonces, ¿cuáles son las medidas de corto plazo que podrían tener efectos más inmediatos? Obviamente, la más sencilla y rápida es incrementar el impuesto sobre las ventas, pero con el consecuente efecto regresivo. Se podría intentar la ampliación de la base aplicable de impuestos de ventas, sin embargo pareciera que no hay ambiente en la Asamblea para esa aprobación bajo el esquema que está planteando el proyecto, y pareciera que desde varios puntos de vista es inconveniente.
Por ejemplo, según el proyecto actual los retiros en los cajeros automáticos se les aplicaría este impuesto, lo cual tiene implicaciones sociales negativas enormes, sobre todo para los más pobres.
De esa manera, como medida de muy corto plazo, podría pensarse un incremento del impuesto de ventas por un periodo de tiempo como ya se hizo en la administración Calderón. Sin embargo, una decisión como esta debe estar vinculada a cambios de mediano y largo plazo, lo cual debería establecerse como una condición para permitir un incremento de los impuestos momentáneamente. Así, sin ese compromiso de elaborar una reforma integral de las finanzas públicas no sería aceptable ese incremento del impuesto de las ventas.
Cabe mencionar que surgen varios cuestionamientos muy válidos. ¿Existe la madurez política para que las distintas fuerzas sociales se sienten a elaborar una reforma de ese tipo? ¿Están dispuestos los distintos sectores privilegiados a reducir o eliminar esos privilegios? ¿Qué se hará con al tamaño y la eficiencia del sector público? ¿Qué sucederá con las instituciones descentralizadas y las empresas del Estado, cuyos presupuestos no son aprobados por la Asamblea Legislativa? Para nadie es un secreto por ejemplo los privilegios que poseen los grupos bancarios públicos. Y así podríamos continuar cuestionándonos una serie de elementos que conforman el sector público, pero para ello se requiere la madurez política que se mencionó al inicio para poder estructurar una reforma que pueda resolver todos esos enigmas.
Es importante recordar que el poder ampliar la base de aplicación de los impuestos, simplificarlos, y eliminar exenciones no solamente reduce los costos de administración del sistema tributario, sino que elimina distorsiones en la determinación de los precios y se reduce la evasión. Por tanto, una vez que se logre esa reforma integral, reducir la evasión, con bases de aplicación mucho más amplias y eliminación de exenciones, uno de los objetivos adicionales debería ser reducir las tasas impositivas a niveles inferiores de los actuales, lo cual permitiría incentivar la actividad económica.

Profesor de la Escuela Economía de la Universidad Nacional
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