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¿Debe intervenirse el mercado cambiario?

Leiner Vargas [email protected] | Martes 28 febrero, 2023


En las últimas semanas hemos tenido un claro proceso de apreciación cambiaria, tanto que ahora son los exportadores y empresarios del turismo los que están chillando fuerte para tratar de detener el proceso de devaluación del dólar respecto del colon, dicho de otra forma, tratando de parar la caída del tipo de cambio. No hace mucho tiempo fueron los deudores en dólares los que estaban, con el corazón en la mano, intentando resolver el problema de un tipo de cambio que llegó hasta los 700 colones por dólar y que aumentaba casi hasta el cuello, las cuotas de créditos de casas y carros en moneda extranjera. Pero claro, en medio de ellos se encuentra el Banco Central de Costa Rica y la pregunta del día ¿debería intervenirse el mercado cambiario?

Es claro que entre los factores que afectan la oferta y la demanda de una moneda pueden estar, la política monetaria del Banco Central de Costa Rica (BCCR), cuando el BCCR aumenta la oferta de dinero, esto puede disminuir el valor del colón en relación con otras monedas, lo que resulta en un aumento en el tipo de cambio. De igual forma, las tasas de interés más altas en Costa Rica pueden atraer a los inversores extranjeros, lo que aumenta la demanda de colones y puede aumentar, el valor del colón en relación con otras monedas, disminuyendo el tipo de cambio respecto al dólar, por ejemplo. La inflación alta en Costa Rica puede disminuir el valor del colón en relación con otras monedas, lo que resulta en un aumento en el tipo de cambio. Otro factor importante son las exportaciones e importaciones de bienes y servicios, si Costa Rica exporta más bienes y servicios de los que importa, esto puede aumentar la oferta de dólares en el mercado y presionar a favor de una apreciación del colón. Finalmente, la situación política y económica mundial pueden afectar el valor de las monedas en todo el mundo, lo que puede influir en el tipo de cambio en Costa Rica. Este último factor, sobre todo nos muestra que el colon puede estar fuerte más a consecuencia de que el dólar se debilite, dicho de otra forma, pareciera ser lo que sucede actualmente en el mercado de monedas global.

Es importante tener en cuenta que el tipo de cambio es un indicador de la fortaleza económica de un país y puede afectar la inversión y el comercio internacional. Por lo tanto, el BCCR y el gobierno de Costa Rica pueden intervenir en el mercado de divisas para controlar el tipo de cambio y estabilizar la economía del país, siempre que lo que suceda afecte de forma significativamente la estabilidad económica del país. Es cierto que el tipo de cambio también puede ser afectado por factores externos, como la fortaleza o debilidad de otras monedas, como el dólar estadounidense. Si el dólar se debilita en relación con otras monedas, esto puede aumentar el valor de otras monedas, como el colón, en relación con el dólar y hacer que el tipo de cambio. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el tipo de cambio es un indicador relativo, y el valor de una moneda siempre debe ser considerado en relación con otra. Además, aunque un tipo de cambio favorable puede ser beneficioso para el comercio internacional y la inversión, también puede tener implicaciones negativas, como un aumento en los precios de los bienes importados.

En última instancia, la estabilidad económica y financiera de un país depende de una variedad de factores, y el tipo de cambio es solo uno de ellos. Tanto el Banco Central de Costa Rica como el gobierno deben considerar una amplia gama de factores al tomar decisiones sobre la política monetaria y fiscal para garantizar la estabilidad económica y financiera a largo plazo.

Es cierto que los procesos de apreciación o devaluación de la moneda pueden ser impulsados por factores externos, como los cambios en el patrón de inversión de los capitales globales. En algunos casos, los esfuerzos para intervenir y controlar estos procesos pueden tener consecuencias no deseadas, como aumentar la volatilidad del tipo de cambio o limitar la capacidad de una economía para adaptarse a cambios en el mercado global. Sin embargo, también es importante que los gobiernos y los bancos centrales estén preparados para responder a los cambios en la economía global y para tomar medidas para estabilizar la economía local, en caso de que sea necesario.

Entonces, ¿debe o no intervenirse el tipo de cambio? La respuesta no es simple, cuando el país tiene las condiciones económicas para intervenir a favor de la estabilidad cambiaria debe de hacerlo, buscando que no sea la especulación o los movimientos de corto plazo los que alteren el equilibrio del mercado. Evitar a toda costa el endeudamiento en dólares cuando se reciben colones es la respuesta de mejor sentido común. Para el otro caso, la toma de seguros de monedas que permitan a exportadores y empresarios turísticos enfrentar períodos adversos de apreciación del colon, es la contraparte. Empero, cuando por situaciones externas se presiona a una mayor apreciación o depreciación por factores estructurales del mercado, la intervención solo genera una afectación mayor, propicia una alteración de las condiciones que favorece la volatilidad y podría alterar otros equilibrios del entorno, tales como las tasas de interés o las tasas de inflación domésticas. Así las cosas, intervenir a favor de unos o en contra de otros, debería ser una asunto más fiscal que monetario, al final del día, la jarana sale a la cara y debemos pagar cualquier intervención cambiaria con mayor o menores pérdidas del Banco Central.

Las actuales circunstancias de la economía global que propician un dólar estadounidense más débil pueden mantenerse durante todo este año y podrían seguir presionando la apreciación del colon costarricense, más por la debilidad del dólar que por la propia fortaleza de la moneda costarricense. Esta situación no es exclusiva de Costa Rica y claramente, se ve afectada por el ciclo de ingreso de capitales financieros de corto plazo, la mayor inversión extranjera directa y la reactivación del turismo, aspectos que generan un combo a favor de la apreciación cambiaria. Ciertamente, tenemos algunos economistas acorralados y pegando el grito al cielo, a pesar de ser de corrientes bastante liberales, el problema no es tanto de teoría o de falla del mercado, el problema es que pareciera que duele en las utilidades de algunas juntas directivas y entonces, hasta el más liberal se vuelve intervencionista.

La prudencia del Banco Central debe mantenerse, claramente el país requiere de estímulos a la producción para mejorar su posición en las cadenas de valor y en el comercio internacional, pero hacerlo a cambio de mayores pérdidas cambiarias o de equilibrios espurios del tipo de cambio no resulta ser, al menos por ahora, una medida deseable.

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