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Pregunta directa

Federico Malavassi | Martes 26 mayo, 2015


¿Estas violaciones constitucionales son producto de errores o son lo que en verdad se quiere hacer?

Pregunta directa

El último mes ha sido fatal para quienes pretenden llevar una parte importante del gobierno.
Hay un relevo forzado en la Asamblea Legislativa que debe interpretarse como una incapacidad del grupo oficialista de llevar apropiadamente las relaciones con el Legislativo y dentro del Legislativo.
Cae un ministro que no se reunió con la fracción mayoritaria del Congreso. La Sala trapeó y condenó a quien llevaba la dirección de la Asamblea por violentar el principio democrático (dar por aprobado un debate sin que hubiera mayoría en la votación) y por violentar la libertad de prensa (censura).
Por el otro lado, ¡desastre total!, desde el Ministerio de Cultura se realiza una censura inaceptable de una obra musical con tal violación a las normas básicas de la Constitución que termina con una condena de la Sala Cuarta, adobado con una fiasco increíble en el Festival Internacional de las Artes (exhibiendo además una argumentación complicada en la que se invoca la “necesidad” de contratar al margen de la Ley de Contratación Pública).
El cuadro no termina ahí, pues en el aperitivo cayeron ministros y viceministros con el tema del proyecto de Ley de Radio que mereció el calificativo de “Ley Mordaza”. Se trataba de una violación inaceptable a la libertad de prensa, libertad que en nuestro medio se considera un presupuesto del Estado republicano. La excusa presidencial consistió en manifestar que no tiene tiempo de leer todo.
Pero el cuento sigue, resulta que el Ministro de Hacienda (sí, el responsable del presupuesto inconstitucional, con el déficit más alto de la historia nacional) sale a la prensa a apurar un proyecto de ley para combatir del “fraude fiscal”. Al analizar el texto, pues resulta que se trata de una serie de prerrogativas exorbitantes con que el fisco quiere imponerse a todos: embargos fuera de la vía judicial, confiscación a la orden y notificación sin garantías adecuadas. La exposición de motivos (supongo que el Presidente tampoco tuvo tiempo de leer lo que firmó) es de antología: “…a lo largo del tiempo las pretensiones del Estado se han visto malogradas puesto que en pocas ocasiones las denuncias interpuestas han concluido con una sentencia condenatoria, debido a diferentes factores, entre los cuales se citan: mala comprensión de los casos por parte de la Autoridad Judicial por lo especializado de la materia tributaria, por la interposición de denuncias sobre conductas que no constituyen delito, entre otros”.
La última semana ha sido retirada de consulta una nueva reglamentación originada en el INVU que es un atentado directo contra la Constitución. Aún no se sabe si el retiro se debe a que la iniciativa se archiva (ojalá en el archivo circular) o a que se esconde para salir luego.
La pregunta es directa al señor Presidente: ¿estas violaciones constitucionales son producto de errores o son lo que en verdad se quiere hacer?

Federico Malavassi

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