Hospital Clínica Bíblica promueve incluir a la familia en consultas de diabetes

Involucrar a la familia cuando hay un diagnóstico de diabetes será vital para un exitoso control de la enfermedad, es por eso que en el Hospital Clínica Bíblica se promueven las consultas en compañía.

De esta manera, la familia se convertirá en un aliado y así el paciente no estará enfrentando solo su enfermedad que, al ser un padecimiento crónico, le acompañará el resto de su vida.

“Es una enfermedad metabólica crónica que, a diferencia de una gripe o una infección de glándulas, no se soluciona con una pastilla, sino que requiere cambios en el estilo de vida de la persona, en la alimentación, en el ejercicio. Empezar estas modificaciones uno solo es sumamente difícil, cuantas más personas estén involucradas en el cuido, más fácil será para el paciente hacer estos cambios; además, se sentirá acompañado”, dijo Daniel Odio, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del Hospital Clínica Bíblica.

Otro aspecto fundamental para promover las consultas familiares es despejar todos los mitos y dudas que conllevan esta enfermedad.

“La mayoría de veces, cuando a un paciente le damos la noticia de que es diabético, se empieza a imaginar que se va a quedar ciego, que tendrá infartos, amputaciones, etc. Entonces, la gente se asusta tantísimo que se bloquea durante la consulta, no hace las preguntas que debe hacer y sale con más dudas. Si llega con la familia y esta participa, el médico se puede hacer una idea de qué es lo que está pasando en el caso, de sus hábitos de alimentación, si hacen ejercicios y uno puede identificar aliados dentro de la misma familia”, añadió el especialista.

Lejos de ver esto como una forma en que toda la familia esté “enferma”, es una oportunidad para que todos los miembros adopten hábitos y estilos de vida saludables.

“Enfrentar juntos una crisis como lo es una enfermedad como la diabetes les ha permitido unirse más. Los beneficios los ve uno hasta en los lugares más insospechados, la familia pierde peso, hace ejercicios e incluso el vecino que pregunta por qué ya no han vuelto por pizza empieza a sumarse”, agregó Odio.

Sin embargo, hay trabas que aún no permiten que se den estas consultas en las que participa toda la familia como lo son: ver la enfermedad como un proceso individual para que otros no se preocupen, o el tema del horario de consultas que muchas veces deben ser durante jornadas laborales. 

Además de encontrar este apoyo familiar, el control de la diabetes tiene tres pilares básicos: la medicación, la nutrición y el ejercicio.

“El manejo de la enfermedad es como si esos tres pilares fueran las patas de un trípode, en el que si una de esas tres falla, se cae. Alcanzar un buen control requiere no solo de un profesional capacitado que logre prescribir los medicamentos adecuados, sino que aquellos que tienen esta enfermedad logren entenderla, empoderarse y hacer los cambios necesarios; este es el verdadero reto”, advirtió Odio.