Cocodrilos serán monitoreados con drones para contabilizar población y su relación con las comunidades
Actualmente los conteos se hacen con recorridos nocturnos en botes
Esteban Arrieta [email protected] | Domingo 04 mayo, 2025 10:00 a. m.

El uso de drones representa un cambio importante frente a los métodos tradicionales: recorridos nocturnos en bote donde los investigadores debían contar cocodrilos iluminando sus ojos con linternas, una tarea arriesgada y costosa.
No obstante, el nuevo método también presenta retos.
“Debemos estandarizar parámetros como la hora del vuelo, la altura adecuada para no alterar a los animales y considerar condiciones climáticas como lluvia y viento”, detalló Porra
Con el uso de tecnología, Costa Rica busca por fin responder una vieja pregunta: ¿cuántos cocodrilos habitan en sus ríos y estuarios? Aunque especialistas apuntan a que las poblaciones de estos reptiles han crecido en las últimas décadas, no existen datos exactos que permitan saber si existe un balance saludable o si el país enfrenta una posible sobrepoblación.
Para llenar este vacío, el Instituto Internacional de Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional (Icomvis-UNA), junto con la Escuela de Topografía, Catastro y Geodesia, ha puesto en marcha un proyecto pionero: el monitoreo y conteo de cocodrilos utilizando drones.
“Lo que hacemos ahora es establecer zonas específicas para el despegue y aterrizaje de los drones, captamos imágenes durante el día y luego procesamos esa información. Así podemos contar los cocodrilos, conocer su distribución y estimar su población y estructura por tallas”, explicó Laura Porras, investigadora del Icomvis-UNA. Un avance clave, ya que permitirá respaldar con datos científicos las futuras decisiones sobre el manejo de la especie.
Considerados especies clave en sus ecosistemas, los cocodrilos regulan poblaciones de peces, reciclan nutrientes y ayudan a conservar la humedad durante sequías.
El tema cobra relevancia en octubre, cuando inicia la temporada de apareamiento. En esta época, los machos dominantes expulsan a otros individuos, que se desplazan en busca de nuevos territorios, a veces cerca de playas y zonas urbanas.
Pese a la percepción de peligro, las cifras oficiales son claras: en la última década, solo ocho personas han muerto por ataques de cocodrilos en Costa Rica.
Mientras tanto, el monitoreo aéreo promete aportar la información que el país necesita para equilibrar la convivencia entre las comunidades humanas y estos antiguos depredadores que han habitado sus ríos desde tiempos inmemoriales.