2012: Cada quien hacia su cumbre
Vilma Ibarra [email protected] | Jueves 05 enero, 2012


Hablando Claro
2012: Cada quien hacia su cumbre
Mi inspirador instructor de caminatas, el escalador Warner Rojas Chinchilla se ha propuesto alcanzar la cima del mundo: el Monte Everest en los Himalayas a 8.848 metros de altura. Por supuesto, el suyo no fue un propósito de año nuevo que se formuló la noche del 31 como casi todos los que nos hacemos los cristianos comunes y silvestres y luego incumplimos en nueve de cada diez casos. Warner lleva años elaborando primero como soñador y luego como constructor y artífice su camino hacia el pico más alto del planeta. Claro que por ello tiene siempre los pies bien puestos en la tierra: sabe que no podrá escalar el collado sin acceder primero a la cima de los patrocinios; donde cuentan todos, pero seamos francos, sobre todo las marcas mayores. Por eso necesita antes de partir a mediados de marzo un sprint de intenso cabildeo y convencimiento para lograr reunir los $80 mil que en total cuesta la expedición. Hoy apenas tiene $30 mil. Pero eso no lo amilana en absoluto. Warner es un ganador.
Yo lo conocí hace apenas seis años. El me ayudó a ascender el imponente Pico Blanco y el resto de los Cerros de Escazú sin morir en el intento y divisar complacida todo el Valle Central en la posición más privilegiada que puede haber. Me aconsejó para subir al Chirripó y sentirme dueña de mi propio mundo y también me levantó de un desmayo por exceso de temperatura y ni una pizca de brisa en Atenas-Orotina, antes de que existiera la hoy famosa ruta 27. Al escucharlo ahora hablar con tanta convicción de su perseverante y cercano empeño por alcanzar su sueño, me contagia su energía y me confieso orgullosa de poder llamarme amiga, como tantas y tantos que hemos sido parte de su grupo de caminatas Picotours y que cada domingo en época seca y lluviosa (casi todos en algún momento con recaídas de ese mal odioso que es el sedentarismo) nos enfrentamos al necesario esfuerzo de darle calidad de vida a la vida, ejercitando el cuerpo.
Subir montañas con Warner (para él pequeñísimas, para mí enormes) y aprender de su liderazgo para conducirnos en la ruta, también me ha abierto la mente y el espíritu para entender las cumbres como la vida misma. Hay altos y bajos. Hay que madrugar para emprender el camino, hay que disfrutar el paisaje tanto como levantarse de las caídas (orgullo incluido). Hay que llegar arriba, tomar descanso, aliento y alimento y tener agallas para volverse a levantar para emprender el descenso. Claro que hay que querer hacer lo que nos proponemos, pero también saber que no solo la determinación será suficiente. Hay que planificar, medir los riesgos y tomar decisiones. Es la vida. El Everest de cada uno. Importante de establecer como punto de partida al iniciar un ciclo de vida.
¡Suerte amigo en tu año! Y gracias por el ejemplo para enfrentar el nuestro.
Vilma Ibarra
NOTAS ANTERIORES

¿De qué hablo?
Viernes 02 mayo, 2025
Cuando formamos parte de una empresa siempre se está ante el reto de innovar y conquistar nuevos públicos para que, sintiéndose atraídos por las marcas

100 días de Trump 2.0
Jueves 01 mayo, 2025
El pasado 29 de abril se cumplieron los primeros 100 días de la administración del presidente Donald Trump 2.0 con gran cantidad de balances y encuestas sobre l

“Por sus hechos los conoceréis”
Jueves 01 mayo, 2025
La encíclica “Laudato Si”, traducida al español como “Alabado Seas”, tiene para mí una centralidad en la gestión del Pontífice, pues versa sobre el “cuidado de

¿Sabrán cómo, los oferentes?
Miércoles 30 abril, 2025
Imaginar un Airbus 380 con 850 pasajeros costarricenses a bordo listo para viajar a Paris. Falta un piloto – el capitán --y hay varios oferentes incluso algunos