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Martes, 17 de diciembre de 2024



EDITORIAL


Nos salvamos, por ahora

| Lunes 29 junio, 2015




El recurrente déficit fiscal a partir de 2009 y la creciente carga de la deuda que ayuda a engordar esos números negativos, siguen siendo los principales riesgos crediticios para Costa Rica y las verdaderas limitantes para una mejora

Nos salvamos, por ahora

Moody's mantuvo la calificación de riesgo, pero Costa Rica sigue siendo grado especulativo, es decir, sus bonos son basura en la jerga financiera.
El tema de vulnerabilidad fiscal seguirá siendo recurrente en los análisis que las calificadoras de riesgo realicen de nuestro país, aun cuando no avanza gran cosa desde la caída a grado especulativo en la calificación de Moody's en agosto de 2014; la semana pasada esta compañía decidió no volver a degradarnos.
La necesidad de realizar una reforma que permita al país tener un déficit de por lo menos un 3% menor al actual, que está en un 5,7%, debe ser prioritaria para que en próximas revisiones se mantenga la nota actual o incluso mejorarla, volviendo a ser un país con grado de inversión.
Las autoridades aplauden la muestra de confianza de la calificadora en las acciones de contención del gasto que están tomando, así como con los proyectos de ley enviados a la Asamblea, pero es claro que se necesita dar más mensajes, como sería un cero crecimiento a los salarios públicos para el segundo semestre del año, al tener inflación casi en cero y un presupuesto 2016 con cero crecimiento, luego de haber aumentado más de un 20% el año anterior.
Costa Rica se salva por ahora, pero no ha realizado la tarea pendiente ni en un 10%, falta mucho camino por recorrer en este espacio de encontrar sostenibilidad y responsabilidad fiscal.
La respuesta tiene que venir primero de la contención del gasto, demostrarles a los costarricenses que el Gobierno puede ser eficiente con los recursos que ostenta y evitar el derroche de dineros públicos.
Toda vez que esto suceda, los ciudadanos estarán de acuerdo en la incorporación de nuevas cargas impositivas —si es que son necesarias— para compensar el problema de tener las finanzas públicas en rojo.
El recurrente déficit fiscal a partir de 2009 y la creciente carga de la deuda que ayuda a engordar esos números negativos, siguen siendo los principales riesgos crediticios para Costa Rica y las verdaderas limitantes para una mejora.
La semana pasada Moody's ratificó la calificación de los bonos soberanos en el grado Ba1, con perspectiva estable, siendo un grado especulativo por debajo del grado inversión.
En las otras calificadoras como Fitch y Standard & Poors, el también grado especulativo, hace que los bonos de Costa Rica deban entregar tasas de interés más altas en el extranjero para mitigar el riesgo de los inversionistas sofisticados.
Habrá que ver si en los próximos análisis, el país corre con la misma suerte de no tener una rebaja, sin haber hecho la tarea.







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