Logo La República

Miércoles, 26 de febrero de 2025



COLUMNISTAS


La deuda de las Juntas Directivas

Yolanda Fernández [email protected] | Miércoles 26 febrero, 2025


En el año 2010 en Costa Rica se promulgó la Ley N.º 8901, que establece la obligatoriedad de una representación paritaria de hombres y mujeres en las directivas de asociaciones, sindicatos y asociaciones solidaristas. Catorce años después Deloitte nos indica que solo el 23% de los puestos en juntas directivas empresariales a nivel mundial, son ocupados por mujeres. En Costa Rica no hay datos actualizados desde 2022, donde se indicaba que nuestro país estaba muy por debajo de la cifra mundial, con una participación del 14%.

Ya no es de recibo indicar que por inopia no se contempla la participación de mujeres en puestos directivos, porque las cifras son contundentes, aunque no es lo que debería ser: 32% de los puestos de alta gerencia en empresas privadas de Costa Rica son ocupados por mujeres. Se tiene buena masa crítica para escoger mujeres sólidas y con vasta experiencia para que sumen en las juntas directivas. Queremos apostar por más mujeres en estos puestos, que son los que buscan las Juntas Directivas para ocupar sillas en ellas.

El Board Members Survey Latam, cuyo último informe publicado en el 2022, indicaba que era necesaria una renovación de la lógica de nombramientos, que se adapte a los tiempos actuales. La diversidad, más allá de la de género, enriquece las discusiones sobre los temas que se discuten en las juntas, donde se puede echar mano a los distintos puntos de vista, distintos conocimientos y distintas realidades que conllevarían a posiciones más robustas, con un mayor alcance para toda la población.

Incluir a más mujeres en juntas directivas, no importa el espacio, es un buen negocio, amén de la justicia que nos corresponde por derecho propio. Esto implica más eficiencia y progreso.

Ahora bien, ¿qué impide una mayor participación de mujeres en juntas directivas? Nada, solo la voluntad de integrarlas. Y aquí no hablamos de apostar por mejores indicadores de desempeño en la función de una empresa (que si tiene un peso mayor), sino de abrir las oportunidades a experiencias profesionales varias, que se vean según el cristal donde se mire. La diversidad no es una opción, es una necesidad estratégica que va más allá de convertir los espacios en unos más competitivos y relevantes para las condiciones actuales del mundo.

La riqueza de la discusión es darle campo a la diferencia de pensamiento: estamos de acuerdo con no estar de acuerdo, siempre y cuando esta revista de respeto. Las mujeres no necesitamos que se nos mida por capacidad, la tenemos, necesitamos que nuestros espacios sean tomados con seriedad y con disposición a leernos, escucharnos y hacer de estos espacios de discusión, uno de crecimiento y valor.

Después de 51 años de creación la UCCAEP en el 2024 eligió presidenta de su junta directiva, a una mujer empresaria que tiene todos los atributos para dirigir la cúpula empresarial y cualquier otro espacio. Maritza Hernández Castañeda es empresaria exitosa, madre, abuela y una profesional de gran talla, por citar uno de los casos recientes.

En la Cámara de Comercio de Costa Rica, desde el 2018 se mantiene una junta paritaria. No hubo conflictos, se ha hecho de manera orgánica. No hubo excusas.

NOTAS ANTERIORES


Los migrantes recientes

Miércoles 26 febrero, 2025

Cuando veo y leo sobre los migrantes que ahora ha recibido el país, aceptando la responsabilidad de repatriarlos, me pregunto si algunos no habían estado aquí







© 2025 Republica Media Group todos los derechos reservados.