Jornadas 4x3: 25 años discutiendo la oportunidad que hoy Costa Rica no puede dejar pasar
Sergio Capón [email protected] | Jueves 30 enero, 2025
Luego de ser dictaminado afirmativamente por la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Asamblea Legislativa, el proyecto de ley 24.290, “Establecimiento de Jornadas Laborales Excepcionales para casos determinados que sean excepcionales y muy calificados”, se encuentra en un momento histórico que podría permitir la aprobación de este sistema de trabajo. Este proyecto representa una oportunidad estratégica para mejorar la competitividad del país, la calidad de vida de miles de trabajadores y abrir las puertas a la generación de nuevos empleos.
Este proyecto es una deuda del país que trasciende las banderas políticas. Llevamos más de 25 años discutiendo sobre la necesidad de un marco regulatorio que proteja tanto a los empleadores como a los trabajadores en actividades productivas que implican flujos continuos e ininterrumpidos de trabajo.
Desde la Cámara de Industrias de Costa Rica hemos trabajado durante todos estos años en revisiones técnicas exhaustivas, acercamientos con todos los sectores y mejoras que garantizan un texto altamente confiable, cuya aprobación debería ser expedita y estar libre de cualquier interés político partidario. Este marco normativo es indispensable para que muchas empresas puedan planificar y ejecutar sus operaciones de manera estable. Sectores clave como Ciencias de la Vida y Manufactura Avanzada, que Costa Rica ha sabido atraer, requieren estas jornadas excepcionales para consolidarse en modelos más sofisticados de producción.
Solo para mencionar algunas mejoras, el texto final amplía el tiempo de descanso de 1 hora a 1,5 horas, incluye un listado de actividades donde no se pueden aplicar las jornadas excepcionales y contempla la posibilidad de acuerdos para el cuido de niños y ancianos entre la empresa y la persona trabajadora. Además, establece un porcentaje adicional sobre el salario mínimo: un 17% para la jornada diurna y un 25,5% para la nocturna, lo que compensa el pago de las horas extra actualmente aplicadas.
Teniendo en cuenta lo dicho, está claro que el proyecto no solo atiende las necesidades del sector productivo, sino que también protege a los trabajadores que actualmente laboran en estas jornadas. Brinda un marco normativo que garantiza la seguridad jurídica, resguardando sus derechos y establece condiciones claras y justas para su desempeño laboral.
A pesar de que el proyecto cuenta con el respaldo de la mayoría de las fracciones legislativas, su avance definitivo requiere que aquellos diputados que se oponen por razones políticas consideren la imperiosa necesidad de resolver esta situación. Es momento de dejar atrás discusiones estériles y priorizar una solución que brinde la seguridad jurídica urgente que demanda el país.
Nuestro país ha sido pionero en la atracción de industrias de punta y no puede darse el lujo de dejar de serlo. En un contexto regional de fuerte competencia, no contar con un marco jurídico que respalde este tipo de jornadas nos expone al riesgo de que las empresas que operan bajo procesos productivos continuos e ininterrumpidos migren a otros países con regulaciones más modernas. Esta ley no solo evitará la fuga de capitales, sino que también establecerá un entorno laboral más competitivo y equilibrado, ofreciendo beneficios tangibles tanto a las empresas como a los trabajadores costarricenses.