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El Sistema Bancario Costarricense y los efectos de la Covid-19

Carmen Monge Suñol [email protected] | Lunes 05 octubre, 2020

Carmen Monge

Previo a la pandemia y de acuerdo a los balances de situación, estados de resultados y demás indicadores para el Sistema Bancario Nacional (SBN), entre las principales fortalezas podemos determinar:

  • Niveles de rentabilidad adecuados del SBN, ya que todas las entidades mostraban antes de marzo 2020 utilidades (resultado ingresos menos gastos positivo) y niveles de rentabilidad respecto al patrimonio y activos (ROE y ROA) de hasta de dos dígitos en algunos casos. Lo anterior se explica en medidas de eficiencia constantes en la banca privada y en desarrollo en la banca pública que permiten mantener un adecuado gasto a pesar de que la colocación de créditos se encontraba creciendo moderadamente.
  • Niveles de liquidez adecuados, dado las reservas de liquidez de las diferentes instituciones de carácter regulatorio como el encaje mínimo legal e inversiones líquidas de las instituciones debido al bajo crecimiento de la cartera de préstamos.

Por el lado de las principales exposiciones o vulnerabilidades que mostraba el SBN previo a la pandemia de la covid-19 podemos enumerar:

  1. Bajo crecimiento del principal activo generador de ingresos, es decir del crédito, por la confianza de los agentes económicos aún en recuperación producto de alto desempleo, crecimiento económico moderado y situación fiscal frágil.
  2. Pese a los esfuerzos de las autoridades monetarias y bancarias para controlar la exposición a los créditos en moneda extranjera para generadores de moneda local, aún se mantenía cerca de la mitad de los créditos denominados en dólares.
  3. Alta concentración de las inversiones financieras del SBN en títulos valores o bonos con riesgo emisor local (Costa Rica) y específicamente Gobierno o Ministerio de Hacienda de Costa Rica, lo cual no solo afecta las valoraciones de las carteras del SBN sino que transmite la vulnerabilidad fiscal al sistema bancario.

Las exposiciones identificadas en el punto previo corresponden tanto fallas de mercado como fallas de política pública, que se proceden a sustentar con detalle a continuación:

  1. El bajo crecimiento del crédito, por la decaída confianza de los agentes económicos producto de alto desempleo, crecimiento económico lento y situación fiscal frágil, se debe a fallas de políticas pública u oportunidad de mejora en políticas laborales, económicas y fiscales. Si bien algunas instituciones por ejemplo el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y CINDE (Coalición para la atracción de la inversión extranjera directa) han desarrollado esfuerzos en capacitación de la oferta laboral se mantiene un desequilibrio entra la demanda de los reclutadores y la fuerza laboral. Por otra parte, pese al gran avance que implicó la última Reforma Fiscal en cuanto a política fiscal, a la fecha se encuentran aún desafíos pendientes como la Ley de Empleo Público y Leyes Laborales (ante la emergencia por Covid se aprobó flexibilización de jornada laboral en sector público y sector privado).
  2. Respecto a la alta exposición a los créditos en moneda extranjera para generadores de moneda local, responde principalmente a fallas de mercado, puesto que las políticas del Banco Central de Costa Rica (BCCR) en específico de baja de tasa de política monetaria en colones y regulaciones de Superintendencia General de Entidades Financieras (SUGEF) previo a la pandemia ya estaban altamente orientadas a incentivar el crédito en moneda local.
  3. Finalmente, la alta concentración de las inversiones financieras del SBN en títulos valores del Ministerio de Hacienda de Costa Rica responde tanto a fallas del mercado como a políticas públicas. Por una parte, la regulación autoriza o permite una alta concentración en este emisor para bancos, fondos de pensiones y diferentes subsidiarias de los bancos; y por otro lado los inversionistas tanto físicos como institucionales se concentran en este emisor, pese a los riesgos asociados por el premio con el rendimiento y tasa de interés así como a desconocimiento o poco acceso a inversiones de otros emisores y mercados internacionales.

A partir de marzo del año en curso, en el SBN se activaron diferentes riesgos, entre los principales podemos mencionar:

  • Riesgo de crédito de la cartera de créditos de los bancos, ya que ante el aumento del desempleo o reducción de jornadas, la capacidad de pago de los deudores disminuye, lo cual puede deteriorar la calidad de las carteras de préstamos con un aumento en la morosidad. A nivel macroeconómico se establecieron recomendaciones de la Presidencia de la República para dar prórrogas en pago cuotas de empréstitos así como bono Proteger para desempleados, y cada institución del SBN podía tener su propio estudio y alcance con sus clientes.
  • Riesgo de tipo de cambio o volatilidad cambiaria. Dada la coyuntura económica local e internacional producto de la pandemia, la oferta de dólares en nuestro país por salidas de capitales, paralización del turismo, incertidumbre en inversión extranjera entre otros, podría general mayor alza y volatilidad del tipo de cambio afectando la capacidad de pago de las deudas en dólares. A nivel del BCCR y SUGEF se tienen regulaciones y medidas respecto a mitigaciones de riesgo cambiario pero igualmente cada banco del SBN mitiga este riesgo con medidas internas.
  • Riesgo de liquidez y riesgo de precio. El SBN invierte en títulos valores del Ministerio de Hacienda de Costa Rica, debido a la situación fiscal y aumento en el riesgo de crédito del Ministerio de Hacienda, se incrementaron estos riesgos , A nivel macroeconómico las autoridades fiscales toman medidas para mitigarlos, y cada institución del SBN debe controlarlos con adecuada concentración en estas inversiones y otras medidas.

El Banco Central de Costa Rica continuará inyectando liquidez en mercados financieros, en forma eficaz, para aliviar tensiones sistémicas de liquidez; y participará en el mercado cambiario para evitar fluctuaciones abruptas en el tipo de cambio sin alterar la tendencia de mercado determinada por la oferta y demanda de dólares.

Por lo tanto, existen canales de transmisión que vinculan a la pandemia con las vulnerabilidas identificadas, se procede con el detalle:

  1. Bajo crecimiento del crédito, por la confianza de los agentes económicos aún en recuperación producto de alto desempleo, decrecimiento económico y situación fiscal frágil ampliamente vinculado con la pandemia puesto que las restricciones sanitarias y incapacidades médicas agravan esta situación. Al deteriorsarse la situación económica aumenta el riesgo de morosidad.
  2. Pese a los esfuerzos de las autoridades monetarias y bancarias para controlar la exposición a los créditos en moneda extranjera para generadores de moneda local, aún se mantenía cerca de la mitad de los créditos denominados en dólares. Dado los efectos adversos de la pandemia y las restriciones sanitarias, principalmente en el turismo, aumenta el riesgo de tipo de cambio.
  3. Alta concentración de las inversiones financieras del SBN en títulos valores o bonos con riesgo emisor local (Costa Rica) y específicamente Gobierno o Ministerio de Hacienda de Costa Rica, lo cual no solo afecta las valoraciones de las carteras del SBN sino que transmite la vulnerabilidad fiscal al sistema bancario. Debido a la situación por la covid-19 los ingresos fiscales se han visto disminuidos por menor producción económica y por ende menor recaudación. La deteriorada situación fiscal aumenta el riesgo de precio y liquidez en las inversiones con riesgo crédito del gobierno nacional.

Para mitigar los efectos adversos de la covid-19 sobre los sistemas bancarios, los bancos centrales a nivel internacional han tomado distintas acciones entre las más importantes: disminuciones de tasas de interés de política monetaria, compra de bonos de distintos emisores y actualización de proyecciones económicas; incluso el Banco Central Europeo con la voz de Christine Lagarde ha indicado la importancia de escuchar y dialogar con los diferentes sectores y agentes económicos.

Las disminuciones en las tasas de interés buscan facilitar el acceso de las instituciones financieras a los mecanismos de préstamos de última instancia de los bancos centrales y en los mercados interbancarios de corto plazo para mitigar el riesgo de liquidez. Con estos movimientos en las tasas de interés se busca igualmente transmitir dicha tendencia a todas las tasas de interés de mercado para mantener el crédito en aumento.

Al comprar bonos a las instituciones financieras, los bancos centrales también mitigan el riesgo de liquidez de los sistemas y de precio de estos valores.

La actualización de proyecciones económicas y una adecuada comunicación entre bancos centrales y todos los agentes económicos contribuye a la adecuada generación de expectativas y confianza en los mercados, así como la formulación de políticas, con lo cual se mitigan los riesgos de crédito, liquidez y mercado.

Los principales riesgos que podrían enfrentar los bancos centrales es la poca elasticidad o efectividad de los movimientos en la baja tasa de interés para reactivar el crédito porque ésta situación responde más a la situación de desempleo e incertidumbre que al precio de mercado , es decir la tasa de interés de los créditos. Por lo cual deben enfocarse también en la adecuada comunicación con los distintos sectores para fortalecer la confianza, entre otros aspectos. Además los bancos centrales deben ser prudentes y monitoriar constantemente las economías para conocer el momento adecuado para revertir los movimientos de tasas de interés para evitar burbujas en los mercados financieros y/o inflación.

En conclusión, el SBN previo a la pandemia por covid-19 se encontraba en una situación favorable en cuanto a niveles de rentabilidad y liquidez, sin embargo afrontaba ya desde antes de la emergencia sanitaria crecimientos moderados en las carteras de crédito, significativa dolarización de los créditos y alta exposición de sus balances a inversiones con riesgo crédito gobierno local. Por tal motivo después de marzo 2020 aumentó el riesgo de crédito, cambiario, de mercado y de liquidez en el SBN.

Se recomienda a las autoridades monetarias y financieras continuar con la vigilancia de las regulaciones locales e internacionales que permitan seguir mitigando los riesgos anteriores e incluso flexibilizar las que sean requeridas para dinamizar e estabilizar las economías. Así mismo responder en el tiempo y cuantía precisos con los movimientos de tasas de política monetaria , con apoyo de modelos o proyecciones económicas y comunicaciones eficientes que contribuyan a la mejor generación de expectativas de los agentes económicos y funcionamiento de los mercados y formulaciones de precios.

El sistema bancario costarricense se enfrenta también a los retos asociados a la negociación de los autoridades con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La propuesta de negociación con el FMI y las reacciones de distintos ciudadanos y políticos podría generar incertidumbre en los mercados financieros locales y en las negociaciones de bonos soberanos ticos en las plazas internacionales. Es un elemento más de incertidumbre para los clientes bancarios, tanto empresas como personas. Además se plantea un impuesto a las transacciones bancarias, el cual podría alejar a las personas de la banca y plantería nuevos retos en cuanto a la operativa para cobrarlo.

Hoy más que nunca, los bancos deben apoyar a sus clientes, con información oportuna y honesta y apoyo al desarrollo de los negocios de sus clientes, ya que es claro que las instituciones financieras deben ser rentables, pero la rentablidad debe darse dentro de las sostenibilidad, es decir que tanto la banco privada como la pública, actue dentro de la sustentabilidad ecónomica, social y ambiental.






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