Cuesta de enero no es otra cosa que un error de planificación financiera, según expertos
Hacer un presupuesto es vital para arrancar el 2025 con unas finanzas sanas
Esteban Arrieta [email protected] | Viernes 27 diciembre, 2024 10:21 a. m.
Cada enero, miles de familias costarricenses enfrentan un panorama económico desafiante, marcado por la reducción del consumo y ajustes presupuestarios.
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Según un estudio de la consultora Kantar, las compras en productos de consumo masivo disminuyen en promedio un 5% durante este mes, reflejando las dificultades financieras que definen la llamada “Cuesta de enero”.
Sin embargo, expertos afirman que esta situación no es inevitable y está más ligada a una falta de planificación que a condiciones externas.
Cindy Rivera, gerente de Inclusión Financiera de Coopenae, señaló que el fenómeno responde, en gran medida, a gastos no planificados durante las festividades decembrinas y al olvido de compromisos fijos como impuestos, matrículas escolares y seguros.
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A esto se suman desbalances causados por compras excesivas, el uso desmedido de tarjetas de crédito y la ausencia de un fondo de ahorro, lo que genera un inicio de año cargado de deudas y estrés financiero.
“Si las familias dedicaran tiempo a planificar sus gastos, identificar momentos clave y ahorrar anticipadamente, enero podría ser mucho más manejable. Se trata de transformar esta narrativa y construir hábitos financieros responsables desde el cierre del año”, destacó Rivera.
Hacia un cambio de mentalidad
Para mitigar los efectos de la “Cuesta de enero”, se proponen diversas soluciones que van más allá de ajustes temporales. Entre ellas:
• Asesorías personalizadas: Guiar a las familias en la planificación de presupuestos, priorización de pagos y manejo de deudas.
• Programas de ahorro planificado: Diseñados para cubrir gastos significativos como matrículas o impuestos.
• Créditos y consolidación de deudas: Opciones responsables para reorganizar compromisos financieros de forma sostenible.
Además, fomentar una educación financiera colectiva puede cambiar la percepción de enero como un mes de escasez y transformarlo en una oportunidad para reflexionar y mejorar.
“Hablar de la cuesta de enero ayuda a desmitificarla como un problema inevitable y promueve soluciones prácticas”, concluyó Rivera.